Los criadores de palomos de la ciudad están en pie de guerra. La nueva ordenanza de tenencia de animales que se prepara supone de facto la desaparición de una afición especialmente extendida en la ciudad y que cuenta en la actualidad con medio millar de practicantes registrados en tres clubes y otros tantos que no lo están.
Jesús Otero, presidente del 'Club Sherry de Colombicultura, y Miguel de Jesús, presidente del Club Milagrosa-El Olivar (el otro club es la Sociedad de Colombicultura de Guadalcacín), aseguran que llevarán a cabo tantas acciones como sean necesarias para preservar "una práctica deportiva anclada en las raíces de nuestra sociedad y del que hay referencias del siglo XV". Tanto es así que destacan que Jerez es cuna del denominado 'palomo buchón de clase'. Es decir, se trata de una especie autóctona. Es trata de una de las nueve razas de palomas que están certificadas en la actualidad en Andalucía. Según apuntan, en el borrador de la nueva Ordenanza de Tenencia de Animales (y así aportan el documento al respecto), concretamente en el punto 30 del artículo 6 se señala que "se prohíbe la cría doméstica de aves de corral, conejos y palomas en domicilios particulares, en suelo urbano tanto si es en terrazas, azoteas o patios".
Según sostienen, de salir adelante esta ordenanza, contra la que piensan alegar, supondría la desaparición de esta afición. El caso, para el que ya han solicitado asistencia letrada, entra en conflicto con normativa de la Junta de Andalucía "que, por el contrario, sí permite dicha actividad".
Tanto Jesús Otero como Miguel de Jesús sostienen que "tener un palomar supone un compromiso". A este respecto recuerdan que "hacen falta permisos veterinarios, inspecciones, tener licencia en vigor...". Si algo les llama la atención es que "el Ayuntamiento hace una ordenanza de la que el propio Ayuntamiento es el principal incumplidor", en referencia clara a las palomas urbanas que llenan las plazas del centro.
A la hora de diferenciar sus palomos de los de las calles, mantienen que es "como hablar por un lado de atletas y por otro de vagabundos". "La ordenanza que se está preparando no especifica ni tipo de paloma ni actividad de la misma, si es de raza o es mensajera. Se trata de una norma que va contra las palomas en general", apunta Jesús Otero quien destaca que "los aficionados siempre tienen controlados sus ejemplares, algo que no sucede en otros ámbitos".
En caso de que las intenciones municipales llegaran a su destino "el perjuicio económico que se provocaría sería enorme". A este respecto apuntan que en la ciudad hay "doce graneros de venta" y ensalzan la amplia labor que los veterinarios realizan, labor que también se vería mermada. Igualmente recuerdan que "mientras para nosotros los palomos son una afición, para otras personas se trata de un negocio en el cual incluso llegan a exportarse ejemplares".
Los colombicultores dicen estar dispuestos a recoger firmas por toda la ciudad, entre asociados y vecinos en general, con el objetivo de que las palomas puedan seguir surcando el cielo de Jerez.
La anterior Ordenanza destacaba que "la tenencia de aves de corral, conejos, palomos y otros animales de cría en domicilios particulares, tanto si es en terrazas, como en terrados o patios, quedará condicionada a que las circunstancias de su alojamiento, la adecuación de las instalaciones y el número de animales lo permitan, tanto en el aspecto higiénico-sanitario como en la inexistencia de incomodidades, molestias o peligro para los vecinos". El cambio de la antigua a la que se pretende aprobar tras el periodo de alegaciones "es brutal", denuncian estos aficionados..
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